Poder nombrar lo que sentimos de manera asertiva, o sea, que las palabras tengan relación con las sensaciones y expresiones emocionales, es muy importante. En este taller dejamos el qigong y exploramos el lenguaje y su relevancia en la gestión emocional.
Un taller complementario a lo habitual de este programa en el que dejamos el qigong y nos referimos a la relación que existe entre nuestro mundo emocional y las palabras que tenemos disponibles para nombrarlo.
¿Es lo mismo estar inquieta que con miedo? ¿Sentir tristeza que aflicción? ¿O irritación en vez de furia?
A través de todo este programa me he referido a la relevancia que las palabras tienen en la gestión de las emociones: necesitamos palabras específicas para poder nombrar activamente lo que sentimos. En este caso voy a abarcar el tema desde un espacio más general: cómo ampliar el lenguaje afecta positivamente a nuestra relación con las emociones e, inversamente, como un lenguaje acotado restringe y de alguna manera, censura la experiencia emocional.
En cada taller exploramos una o más emociones a través de la práctica corporal, la respiración consciente, el movimiento y la meditación, junto con fundamentos teóricos sobre cada proceso emocional y herramientas. El programa incluye también talleres relacionados a recursos para la gestión de las emociones como la meditación, la respiración consciente y más.
Nos apoyamos en la filosofía budista para comprender y aprender a sentir las emociones y en las prácticas taoístas y somáticas para complementar el proceso emocional hacia la regulación y expresividad.
¡Comienza aquí! Descubre cómo el Qigong puede ser un camino para la gestión de tus emociones.