En el segundo taller abrimos el tema de la empatía energética y emocional, vamos a la práctica con una clase completa de limpieza, regulación y alineación energética a través de movimiento consciente, meditación y qigong.
Muchas mujeres son empáticas por naturaleza, pero ¿qué sucede cuando esa empatía te agota y te drena? ¿Sucede también a nivel energético? Personas, lugares, situaciones… pero sobre todo conductas inconscientes relacionadas con buscar aceptación desde dar ayuda, no saber decir que no, no pedir nada a cambio.
La empatía energética-emocional (sentir lo que los otros sienten o necesitan) es también parte de mecanismo de supervivencia de las mujeres: una hipervigilancia que permite anticipación y resguardo de los peligros. Disfrazada de bondad es en realidad un estado de alerta continuo al que estamos tan habituadas que ni siquiera notamos.
En este taller abordaremos estos temas, pero mas importante, realizaremos una práctica completa que te puede servir par regularte, conocerte en estos patrones y conductas y progresivamente desmantelarlas para crear bienestar emocional y armonía como nueva realidad.
En el programa “Espiritualidad de Mujer” te invito cada mes a recrear la espiritualidad con sentido propio, tomando un tema específico desde la teoría y la práctica para que se transforme en un recurso real para tu camino de consciencia.
Como la espiritualidad ha estado asociada a la religión por milenios, fácilmente podemos observar cómo los modelos religiosos monoteístas conllevan exigencias y condiciones para las mujeres. No hay posibilidad de una expresión espiritual completa en las formas tradicionales. Esto también sucede en las culturas orientales: el patriarcado se encuentra inevitablemente metido en toda cultura, filosofía, prácticas y caminos espirituales. Han sido creado para los hombres, como genérico, invisibilizando las necesidades espirituales de las mujeres como en mucho otros ámbitos.
No significa que haya que denostarlos o abandonarlos, sino que hay que realizar el cuestionamiento amoroso interior que nos lleva a la consciencia y luego recrearlos, adaptarlos a las realidades personales y también crear lo nuevo.
La espiritualidad de crea, se cultiva y se sostiene. Depende de cada persona encontrar la forma. Cuando asociamos espiritualidad a perfección, exigencia, una sola forma posible y todo lo demás es malo, ahí hay identificaciones y condicionamientos que no tienen relación con amor y compasión.