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Consciencia es un proceso simple que sucede continuamente, sin embargo, difícil de explicar en pocas palabras. Significa sentir, notar, comprender y expresar la realidad que nos rodea y que comprende elementos tangibles, intangibles y fenómenos.
Siempre sucede en relación alguno de esos elementos. La consciencia no existe en si misma si no hay fenómeno o cosa a conscientizar. La energía, como elemento intangible, cuando interactúa con determinadas puertas sensoriales desde la atención y presencia, permite crear consciencia energética, es decir: la capacidad de sentir, notar, comprender y expresar la energía.
¿Y qué es la energía? Solo podemos ser conscientes de lo que conocemos y experimentamos, no podemos conscientizar la desconocido o lo que nos cuentan que existe. Si tienes consciencia energética, significa que la energía es parte de mundo habitado, la conoces ya de alguna manera.
Es un fluido inmaterial que está en nuestro cuerpo, también en la naturaleza y la totalidad de las cosas. Los chinos la llaman Qi y los hindúes Prana. La energía humana o vital circula, se almacena y protege el cuerpo, sostiene la vida e interactúa con todos los planos del ser: cuerpo, mente, emociones y conductas. Es propensa a desarmonías porque se ve afectada por todo lo que somos y hacemos, y está cargada de información. La energía no es un flujo vacío, ocupa espacio, tiempo y nos cuenta cosas.
Es problema que nos trae es que es intangible, invisible y se siente adentro del cuerpo, entonces los sentidos convencionales (exterosentidos) no nos sirven en la intención de percibirla. Necesitamos desarrollar interocepción y atención sensitiva, sentidos internos que nunca aprendimos y probablemente ni conozcas y eso es un segundo problema: no sabes cómo sientes la energía… pero la sientes. Tanto la sientes que te abruma.
La consciencia energética como entrenamiento, nos invita a desglosar este proceso, entenderlo en sus partes: consciencia, energía, atención sensitiva e información, para luego reintegrarlo de acuerdo a las cualidades particulares de esas partes en cada persona. Tu forma de sentir, notar, comprender y expresar la energía es solo tuya, como lo es todo proceso de consciencia sobre cualquier fenómeno o cosa.
Es mi intención, en la mentoría, acompañarte y darte pautas, pero serás tú quien descubras la verdadera potencialidad de consciencia energética que posees.
Cuando comprendes y personalizas el proceso, lo refinas para que sea claro para ti, puedes discernir a partir de la información que te brinda la energía ya sin sobrecarga. ¡Y eso es fantástico! Porque entonces tu percepción energética comienza a ser pragmática, funcional en lo cotidiano y, sobre todo, se convierte en un recurso para tu autoconocimiento, sanación y despertar.